A finales de los 70, en las tierras del Cerro del Gato, que habían gozado de una tradición vinícola de más de cien años, apenas sobreviven 2 hectáreas de viñedos en producción. Algo que pronto va a cambiar...

En 1978, Miguel Lorente planta las primeras vides de variedades procedentes de los pocos viñedos, todos centenarios, que aún quedan en la región.
Hacia 1979, en el mismo Cerro del Gato, a 750 m de altitud, funda las Bodegas Nazaríes. Las primeras cosechas se elaboran con útiles tradicionales, como prensas verticales de “tornillo de Arquímedes” y cubas de madera.

Ya en 2000, se construye una nave de fermentación y las bodegas se dotan de la última tecnología. También se plantan nuevas vides de variedades no autóctonas.
En la actualidad contamos con los equipos más avanzados y dos grandes salas: una de transformación y almacenaje de vinos, y otra destinada a crianza y envejecimiento en barricas de roble. Cada una, con capacidad para 20.000 litros.
Las nuevas generaciones de la familia Lorente aportan su formación universitaria en viticultura y enología.

La familia Lorente seguimos trabajando, día a día, con el mismo espíritu de nuestro fundador, que sigue al frente de Bodegas Nazaríes.